El Diácono u otra persona:
Con todo el corazón y con toda la mente, oremos al Señor, diciendo: “Señor, ten piedad.”
Por la paz de lo alto, por la misericordia de Dios y por la salvación de nuestras almas, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por la paz del mundo, por el bienestar de la santa Iglesia de Dios y por la unidad de todos los pue blos, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por nuestro Obispo, y por todos los clérigos y laicos, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por nuestro Presidente, por los gobernantes de las naciones y por todas las autoridades, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por esta ciudad (pueblo, aldea, _______), por todas las ciudades y comunidades, y por los que viven en ellas, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por un clima apacible y por la abundancia de los frutos de la tierra, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por la buena tierra que Dios nos ha dado, y por la sabiduría y el deseo de conservarla, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por todos los que viajan por tierra, mar o aire [o el espacio], oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por los ancianos e inváli dos, los viudos y huérfanos, por los enfermos y los que yacen en el lecho del dolor, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por ______, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por los pobres y oprimidos, por los desempleados e indigentes, por los encarcelados y cautivos, y por todos los que se acuerdan y cuidan de ellos, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por todos los que han muerto en la esperanza de la resurrección y por todos los difuntos, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por la liberación de todo peligro, violencia, opresión y degradación, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Por la absolución y remisión de nuestros pecados y ofensas, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Para que terminemos nuestra vida en fe y esperanza, sin sufrimiento ni reproche, oremos al Señor.
Señor, ten piedad.
Defiéndenos, líbranos, y en tu compasión protégenos, oh Señor, por medio de tu gracia.
Señor, ten piedad.
En la comunión de [____ y de todos] los santos, encomendémonos los unos a los otros, y toda nuestra vida a Cristo nuestro Dios.
A ti, Señor nuestro Dios.
Silencio
El Celebrante añade una Colecta final.